Pompas de jabón caseras

A casi todos los niños les gusta jugar con las pompas de jabón y la mayoría de nosotros hemos comprado alguna vez los típicos pomperos que funcionan de maravilla al principio. El problema es que cuando se les acaba el líquido no conseguimos hacer uno ni siquiera que se le parezca.....

Pues aquí esta la solución:

Lo básico es el agua y el jabón; 3 partes de agua y una de jabón. Podemos usar lavavajillas,que suele ser el que más burbujas hace, pero a mi me gusta usar un jabón neutro, porque cuando los niños son muy pequeños, casi siempre acaba en sus bocas, ojos, etc.... El agua si es destilada mejor, pero la del grifo también sirve

Después el ingrediente secreto, que es el que hace que salgan mas pompas, más grandes y que duren más.
Yo he probado poniéndole a la mezcla glicerina y funciona perfectamente, le tendremos que poner más o menos media parte. Esta es la fórmula que usan en los espectáculos de pompas, y creo que la mejor, pero como no siempre tenemos glicerina a la mano, la podemos sustituir por una parte de azúcar o gel fijador del pelo. Las dos cosas funcionan bien.

Para los pomperos:

Podemos usar los que vienen en los juguetitos que vamos retirando, pero ya que tenemos una fórmula especial,podemos hacer también los sopladores especiales.
Los podemos fabricar nosotras mismas con alambre grueso, cono el de las perchas por ejemplo,  dándole la forma que queramos.
Y también podemos usar objetos como un colador, una raqueta de badmintong.... Lo que se nos ocurra.
Un truco para que salgan siempre a la primera es poner un hilo de algodón (lana también sirve) alrededor del círculo por donde tienen que salir las burbujas.

Y otro truco para dar un toque especial a las burbujas es poner en la mezcla unas gotas de colorante alimenticio.

Ahora que ya viene el buen tiempo, las tardes largas y las fiestas al aire libre, es buen momento para ponerlo en práctica, además los niños pueden ayudar incluso a fabricar sus propios pomperos.